Tubos Aranda Villa de Aranda cae ante el campeón de Europa en un ambiente para recordar. Los culés pronto se pusieron por delante para resolver un choque en el que no hubo contratiempos físicos. La escuadra de Javi Márquez se centra ya en la visita a Huesca del próximo sábado (17:30 horas)
El balonmano sigue siendo un deporte diferencial, y más cuando el Barça forma parte del espectáculo. Descatalogado en la Liga Plenitude Asobal, todo el mundo espera la llegada del actual campeón de Europa como una fiesta. Un aspecto este que adquiere un tinte singular, único, genuino cuando se juega en el Pabellón Santiago Manguán ante el Tubos Aranda Villa de Aranda. Y eso sí, pudo comprobarlo de primera mano el Barça de Carlos Ortega en su visita a la capital de las tierras del Duero.
Lo de menos fue el resultado, la ilusión estaba en la grada, en los restos de los aficionados, pero sobre todo en los jugadores de la base del club amarillo y de los niños que antes, durante y después disfrutaron de la llegada de los Reyes Magos del Balonmano mundial.
El club aprovechó la llegada de los culés y el tirón de la escuadra barcelonista para llevar a cabo otra de sus campañas solidarias con la recogida de material escolar para Cruz Roja de Burgos.
Al margen del escaparate el encuentro se desarrolló bajo la extraordinaria dificultad que tan siquiera representa intentar igualar el nivel de juego ante los azulgrana. Lo intentó de salida el Tubos Aranda Villa de Aranda, pero Richardson estrenó el marcador ante el silencio de una grada expectante ante la categoría del rival.
El transcurrir de la primera mitad dejó desventajas que nunca bajaron de los cuatro goles (1-5 minuto 4) y que llegaron hasta los nueve tantos (3-12) A falta de cuatro minutos para el final del primer tiempo con 10-16 en el marcador la afición comenzó a cantar el “Si se puede” en un aliento para los suyos y ante un Barça que dominaba el tempo del partido sin apretar el acelerador. Así se llegaría al tiempo de descanso (11-20)
Derrota esperada y lesión de Agustín Vega
Ya en la segunda parte, siguió el vendaval azulgrana dominando con un Tubos Aranda que aprovechaba el partido para seguir afinando sus prestaciones en liga, pero sobre todo de cara al partido del sábado en Huesca. Superado el primer parcial el partido se iba ya a los diez goles de diferencia (14-24)
Y llegó lo que nadie, ni esperaba ni deseaba, las lesiones. Agustín Vega tuvo que retirarse al banquillo ayudado por los jugadores del Barça en el minuto 40 de partido. Habrá que esperar diagnóstico.
Con el partido en la renta de diez tantos, los amarillos siguieron dentro del 40×20 de las tierras de Duero dando su mejor versión ante la despedida del año en casa. No habrá balonmano hasta el 15 de febrero de 2025 con la visita de Ademar León en el primer derbi castellano y leonés del próximo año. El partido se cerró con un elocuente 27-42 y el cántico en la grada de Hasta el final… Villa de Aranda.
Tras la fiesta en el pabellón el equipo se centra ya en el duelo del sábado en Huesca (17:30 horas) en el que se despedirá de la competición oficial hasta el mes de febrero ante el parón por el Mundial de Balonmano.
