El rival de la Arandina está inmerso en la pelea por la permanencia. Tras un mes de marzo en el que no ganaron ningún partido, los ovetenses se han alejado de la salvación. Marco, en portería, Jaime Vázquez, en el eje de la zaga y Yayo, en la medular, pilares fundamentales de la escuadra de Jaime Álvarez
La Arandina afronta una de las últimas visitas de la temporada con motivo de la 30ª jornada del campeonato. Turno para otro de los filiales del Grupo I, el Real Oviedo Vetusta. La escuadra que dirige Jaime Álvarez vive pendiente de un hilo en la lucha por la salvación.
Tras un mes de febrero inmaculado donde no cedieron ningún partido -tres victorias y un empate-, el de marzo fue todo lo contrario. El Oviedo Vetusta no ganó ningún partido -dos derrotas y dos empates-. Una situación que ha llevado a los de la capital de Principado a situarse en puestos de descenso con la permanencia a cuatro puntos.
El Requexón tampoco está siendo la tabla de salvación de un Vetusta que en los seis partidos disputados en ese 2024 solo han ganado un encuentro. Si bien es cierto ante un rival de entidad, el Guijuelo. Tres empates -Langreo, Zamora y Racing B- y dos derrotas -Gimnástica y Pontevedra-.
En cuanto a las estadísticas en casa en lo que va de temporada, los ovetenses han ganado cuatro partido, empatado seis y perdido otros cuatro enfrentamientos. Con un bagaje goleador en positivo tras haber marcado 18 goles por los 15 que ha recibido.
Jugadores destacados
Mientras, entre los jugadores más destacados en el filial del Real Oviedo destacan Marco, en portería, que ha disputado todos los encuentros. Además, en la zaga Jaime Vázquez es el principal referente del equipo. En la medular, Yayo es otro de los insustituibles en el esquema de Jaime Álvarez. Y en la punta de ataque, Santi Miguélez, pichichi con cinco goles, es uno de los más peligrosos junto a Xavi Sola.
En definitiva, un equipo que a día de hoy cuenta con el mismo objetivo que los de las tierras del Duero, evitar el descenso hasta que las matemáticas digan lo contrario.
