El encuentro amistoso entre bilbaínas y madrileñas se resuelve sin goles en una tarde marcada por las altas temperaturas. Alrededor de dos millares de espectadores asisten al encuentro amistoso entre dos de los equipos históricos del fútbol femenino
La fiesta del fútbol femenino se quedó en la grada. Alrededor de 2.000 espectadores acompañaron el duelo entre Athletic Club y Atlético de Madrid en las gradas del Juan Carlos Higuero de la capital de las tierras del Duero. Primer partido de la pretemporada para las madrileñas ante una escuadra bilbaína más rodada. A pesar de todo el encuentro finalizó con empate sin goles.
El Athletic formó de inicio con Nanclares en portería, junto a Maddi, Landaluze, Mariana, Azkona, Baños, Pinedo, Nevado, Elexpuru, Zugasti y Nahikari. Del lado Atlético Gallardo inició en potería junto a Moraza, Xenia, Risa, Jensen, Sheila, Lloris, Tatiana, Cardona, Medina y Benítez.
La primera parte dejó ver a dos equipos que buscaron sus señas de identidad desde el primer minuto. Un cuadro colchonero más entonado en el primer tercio que disfrutó de varios acercamiento, pero sin complicaciones para la cancerbera bilbaína, Nanclares. Las bilbaínas, con más rodaje en la pretemporada, fueron de menos a más pero tampoco inquietaron en demasía la meta defendida por Gallardo. El partido llegó al tiempo de descanso con el resultado inicial (0-0)
En la reanudación, varias ventanas de refresco dieron entrada al resto de integrantes de ambas plantillas desplazadas a las tierras del Duero. Un refresco necesario en un encuentro en el que se llegaron a rozar los 33º C de temperatura propiciando las pertinentes pausas de hidratación. Entraron en liza Quiñoñes, Itxaso, Sanadri, Gara y Zubieta (Athletic) y Alba, Gaby, Ortemín, Barth, Dana, Emma, Naara y Jenny, además de la recién incorporada Gio.
El ritmo del partido apenas alcanzaba con claridad las áreas rivales y el encuentro parecía que iba de decidirse por algún detalle. Pero el cansancio de las jugadores y el sopor del calor ribereños se impusieron para cerrar un partido sin goles y con fiesta en las gradas de un Juan Carlos Higuero que contó con 2.000 espectadores.
